BELLA DURMIENTE: Escena 1

Después de que todas las hadas habían otorgado a la pequeña princesa recién nacida sus regalos, en forma de virtudes para la niña, llegó a palacio una visita inesperada. La malvada y poderosa bruja del bosque oscuro irrumpió enfadada en la escena. Despechada porque no se la había invitado a la celebración del nacimiento, lanzó un conjuro cargado de odio: "Vivirás plácidamente hasta el día en que cumplas dieciséis años. Ese día te pincharás con la aguja de una rueca y morirás". Y tras estas palabras desapareció. Todos lloraban desconsolados, y horrorizados por el futuro de la princesa, hasta que el hada más joven habló: "para el consuelo de todos debéis saber, majestades, que yo aún no había entregado mi regalo a vuestra hija. Puesto que no me ha quedado otro remedio, por la fuerza del maleficio, sólo he podido suavizarlo. No morirá pues, aunque en el momento en que se pinche caerá en un profundo sueño; y con ella todo el reino...".